martes, 1 de abril de 2014

Enséñame a valorarme.

Buenas tardes a todos, hoy queremos centrar nuestro post en algo muy importante para cualquier persona, es decir, la autoestima. La autoestima… ese complejo concepto que hasta a nosotros mismos, como adultos, nos cuesta definir. Pues bien de alguna forma podemos decir, que la autoestima se trata de una serie de creencias o sentimientos hacia nosotros mismos, es decir, la percepción que tenemos acerca de nosotros. Y la manera en la que nos definimos, influye claramente en nuestras actitudes, motivaciones y comportamientos, y por consiguiente en todas nuestras respuestas emocionales. Es por esto por lo que hemos considerado importante tratar éste tema enfocado desde la más tierna infancia, ya que los cinco primeros años de vida son cruciales para la formación de nuestra personalidad en la edad adulta. 


Una autoestima bien forjada, será como una armadura ante los desafíos y obstáculos que nos pone a veces la vida. Aprender a ser fuertes y a valorarnos cada día con nuestros defectos y virtudes, se vuelve de vital importancia. Los niños que se sienten bien con ellos mismos, manejan mejor los conflictos y resisten a las presiones negativas. Se vuelven niños realistas, pero también optimistas, aprender a buscar soluciones más rápidas, en vez de frustrarse. Es cierto que con el paso del tiempo la autoestima de los más pequeños, empieza a cambiar, ya que es afectada por las experiencias y percepciones que va adquiriendo el niño/a. Por ello es importante estar atento a ciertos comportamientos, respuestas, porque nos darán señales de una alta o baja autoestima. Ya que los niños con baja autoestima, se vuelven más retraídos, hablan de sí mismo con adjetivos negativos, no les llama la atención probar actividades nuevas, en definitiva su ilusión y motivación se van perdiendo poco a poco.

Todos estos aspectos son extrapolados al ámbito educativo, donde ciertas actitudes se ven muy reflejadas. Un niño/a con baja autoestima se suele encontrar incómodo en la escuela, ninguna asignatura le despierta su curiosidad, pierde la ilusión por el juego y pocas veces quieren la compañía de sus semejantes. Definitivamente todos esos sentimientos se irán agrandando a medida que crezca. Y bien después de todo esto, se preguntará ¿Qué puedo hacer yo para mejorar la autoestima de mi hijo/a? pues puede contribuir con pequeños actos a la creación del camino de la felicidad interior de su hijo/a: escuchándolos activamente, dándole importancia a aquello que les cuenta, otorgándole alguna pequeña responsabilidad, para que ellos se sientan capaces de elaborar una actividad o cuidar de alguna mascota, darles la oportunidad para tomar decisiones y resolver problemas, etc. Son pequeños pasos, pero a la larga un gran avance de mejora.



“La vida de un niño es como un trozo de papel, en el que todos los que pasan dejan una señal” (Proverbio chino) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario