¿No
te has preguntado alguna vez qué significa el uso del color amarillo en un
dibujo de un niño, o qué denota el uso de círculos, formas puntiagudas o
incluso tachados o borrones en el mismo?
Pues
estás de suerte, hoy dedicaremos esta entrada al análisis del estado de ánimo y
la personalidad de los niños a través de la gama de colores que eligen para adornar
sus lindos dibujos o incluso, teniendo en cuenta las formas que utilizan para
dibujar, y es que, cualquier detalle, por muy minúsculo e insignificante que
sea, nos está esclareciendo (casi como si de un cartel luminoso cual hotel de
la ciudad de Las Vegas se tratara) de cuáles son los sentimientos del infante
en su día a día.
Ahora
sí, dejemos a un lado las bromas, nos adentraremos en el ojo del huracán de
este post. No cabe duda de que los colores nos afectan psicológicamente y nos
producen ciertas sensaciones que en todas las ocasiones éstos se encuentran
intrínsecamente relacionados con las emociones que en ese momento estamos
sintiendo, pero que en muchos casos, no dejamos mostrar por miedo al rechazo,
por la vergüenza que nos da expresar lo
que sentimos, o simplemente porque somos muy reservados con nuestros sentimientos.
Pues con los niños suele ocurrir lo mismo, y mientras que un adulto puede pedir
ayuda a un profesional tal como un psicólogo que le ayude a identificar esos
sentimientos y convertirlos en algo palpable, un niño utiliza (sin darse cuenta
o de forma inconsciente) los colores y las formas para dejarnos ver lo que de verdad siente.
A
continuación, daremos una breve explicación sobre qué significado tiene el uso
de cada color en un dibujo y a qué se puede estar debiendo ese sentimiento o
estado de ánimo:
Azul: El azul nos transmite seriedad, confianza y tranquilidad.
Está relacionado con la paciencia, la amabilidad y la serenidad, y por tanto,
también nos denota un estado emocional relajado y apacible.
Rojo:
Es el color de la vitalidad y la acción, además de producir una influencia
poderosa sobre el humor y los impulsos de los seres humanos. Sin embargo, a
veces también puede estar relacionado con una actitud agresiva.
Amarillo:
El color amarillo nos suele generar buen humor y alegría. Además se caracteriza
por despertar en nosotros la actividad mental, y por tanto, este color se utiliza
para calmar la excitación nerviosa.
Verde:
Es un color que denota esperanza, por lo que se le atribuye la virtud de ser
calmante y relajado. Por ello, se considera como el color que más tranquilidad
y buenas sensaciones aporta.
Naranja:
El naranja se relaciona con el optimismo, la seguridad, la confianza y el
equilibrio, por tanto se considera un color característico para representar
actitudes como la felicidad, la juventud, etc.
Púrpura:
El color púrpura o violeta está relacionado con el misterio, pero sobre todo
con la melancolía. Además, nos permite disminuir nuestras angustias, fobias y
miedos interiores. Se relaciona bastante con la creatividad.
Blanco:
El blanco en nuestra cultura tiene más que ver con la felicidad y la paz
interior, sin embargo, en las culturas occidentales como la China, el blanco se
relaciona con la muerte y el amor divino. Además, tiene que ver con la humildad
y la imaginación creativa.
Negro:
El color negro suele estar considerado como un color negativo, que solo
representa oscuridad, desesperación, tristeza, infelicidad, enfado, etc. Sin
embargo, también se trata de un color que denota poder, misterio y estilo. En
nuestra cultura, el negro está más relacionado con el paso a la otra vida y el
luto.
Gris:
El gris se trata del color más neutro de la gama de colores, sin embargo, eso
no quiere decir que no signifique nada al respecto, ya que está relacionado con
el aburrimiento, el desconsuelo o el respeto.
Cabe
destacar que, podemos hacer una distinción entre dibujos, ya que aquellos que
incluyen multiplicidad de colores denotan la alegría de vivir, la curiosidad y
la motivación. Sin embargo, si en un mismo dibujo siempre existen los mismos
colores, se demuestra entonces un cierto grado de miedo e inseguridad por parte
del niño. De la misma manera, si un dibujo incluye colores vivos como el rojo,
el naranja, el amarillo, incluso combinados con el verde y el azul, estaremos
ante una actitud de vivacidad y motivación. Sin embargo, si observamos que únicamente
se combinan colores oscuros, tales como el negro, el púrpura o el gris, nos
encontramos ante un niño más sentimental e introvertido.
En
cuanto a las formas que se utilizan en un dibujo, como ya hemos añadido antes,
también nos sirven para identificar o incluso saber algo más sobre la
personalidad de un infante. Por ejemplo, si en un dibujo nos encontramos con
muchas formas redondeadas, estamos ante un estado afectivo más serenos
que si fuesen unos trazos interrumpidos y con formas más puntiagudas (ya que
nos encontraríamos ante un caso de tensión, impulsividad y desconfianza hacia
los otros). Mientras que si las formas son tachadas o con muchos garabatos, puede
ser motivo de inseguridad e incluso de baja autoestima por parte de infante.
En
pocas palabras, y de cualquier forma, siempre es necesario prestar atención a
lo que nuestros hijos/as o nuestros alumnos/as nos quieren decir a través de
sus obras de arte expresivas. Quizás, muchas de estos lienzos en forma de papel
nos quieran decir aquello que con palabras cuesta expresar, los sentimientos.
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