Buenas tardes a todos nuestros
lectores. Aquí estamos de nuevo, sin embargo, en esta ocasión vamos a darle una
vuelta de tuerca a este post, haciéndolo un poco más dinámico, ya que nuestra
idea será la de introducir un vídeo en el que ustedes observarán e
interpretarán, y quizás se vean o no identificados con él. El vídeo tiene una
duración aproximada de seis minutos, sin embargo vale la pena verlo (Este vídeo no es apto para personas sensibles Jajaja) No sé a
vosotros cómo os afectará el vídeo, ¡pero a nosotros nos ha puesto los pelos de
punta!
(Vídeo extraído de Youtube)
Si se han fijado en el título del
video (incluso sin leerlo nos da una clara idea sobre lo que trata) esta vez
nos hemos centrado en uno de los tópicos o contenidos básicos que en nuestro
primer post os explicábamos, es decir, la empatía.
La empatía se trata de la capacidad
que tenemos los seres humanos para ponernos en el lugar del otro. Esta
característica innata que compartimos con la gran mayoría de los animales suele
estar más desarrollada en algunas personas que en otras. Sin embargo, esto no
quiere decir que si posees menos empatía que los demás seas algo así como una
“mala persona”. Como hemos añadido anteriormente, se trata de algo innato, no
obstante, esto no quiere decir que con prestar un poco más de atención a los
demás no podamos convertirnos en seres más empáticos, y es que de eso mismo se
trata. Aunque la empatía o capacidad de comprender a los demás se considera
como algo normalmente inconsciente, requiere también de ser conscientes con
respecto a lo que puedan sentir y pensar las personas que se encuentran en
nuestro alrededor, así conseguiremos convertirnos en individuos que se ponen en
el lugar del otro.
Nuestro objetivo se centra, en este
caso en el de darle una serie de pautas a usted, ya sea padre o docente, para
que ayude al niño a desarrollar algo más su empatía, lo cual no sólo le vendrá
bien para su desarrollo pleno como persona, sino que le ayudará a que otras
personas o niños realicen las mismas acciones, creando entonces una cadena de
empatía.
- Es necesario hablarles sobre la capacidad de atención en el otro cuando éste se comunica con nosotros, intentando captar el mensaje que esa persona nos quiere dar no sólo a través de la comunicación verbal, sino también a través de los gestos (lenguaje no verbal).
- Tenemos que ponernos en el lugar del otro cuando la persona con la que interactuamos (o incluso con alguien que no conocemos pero que nos encontramos en nuestro entorno) le ocurre alguna situación, es decir, se le cae el objeto que porta, no sabe cómo hacer algo o simplemente necesita cualquier tipo de ayuda por algún problema que le surge y no puede resolver por sí mismo.
- A veces no hace falta una acción como tal, sino que podemos ayudar a los demás con una simple frase o palabra que le haga sentir mejor, tales como, qué bien te ha salido el dibujo, qué bonita mochila traes hoy, ¿o quieres un trozo de mi bocadillo?
Quizás, y teniendo en cuenta las
pautas que anteriormente hemos desarrollado, podamos ayudar a los demás, y es
que, aunque actualmente vivamos en una sociedad totalmente empática a lo que le
ocurre a la persona de al lado, es necesario que cada uno de nosotros ponga su "trocito" de pan, y así poco a poco podamos cambiarle la vida a los demás y hacer
de éste, nuestro mundo, un lugar mejor y más apacible.
Recuerda: “Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a
ti mismo” (Mahatma Gandhi).
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